Foto: El Faro
Onda Cero Melilla
El portavoz y directivo de la UD Melilla, Hassan Hamed, remite este comunicado en el que explica los motivos de su dimisión.
Es con infinita tristeza que me siento obligado hoy a presentar mi dimisión como portavoz de la UD Melilla por los hechos que a continuación les detallo:
Ayer tarde en la sede de la Federación Melillense de Fútbol y ante la presencia de su presidente, vicepresidente, secretario general y 9 presidentes de clubes locales, el señor Enrique Salvatierra se dirigió al señor Diego Martínez y le dijo en voz alta y clara que Pedreño y el otro (en referencia a mi persona) no representábamos a la UD Melilla y no pintábamos nada en el Melilla. Ante estos hechos, no me queda más remedio que presentar mi dimisión con carácter irrevocable de las funciones que el presidente de la UD Melilla, el señor Cristóbal Sánchez, me había encomendado, salvo que el señor Salvatierra dimita o sea cesado de manera inmediata de todas sus responsabilidades.
El señor Salvatierra ha demostrado con su actitud prepotente y falta de rigor no estar a la altura de su cargo como secretario general perjudicando seriamente la imagen de la U.D. Melilla.
El ejercicio del puesto de trabajo del señor Salvatierra en la UD Melilla tiene que ser incompatible con el desempeño de cualquier otro cargo, profesión o actividad que pueda poner en duda su imparcialidad o independencia en el ejercicio de sus funciones y que puede plantear conflicto de intereses.
El señor Salvatierra debe ejercer sus funciones con lealtad y objetividad de acuerdo con los principios de independencia, imparcialidad y equidad.
El señor Salvatierra debe actuar con integridad en el desempeño de sus funciones proporcionando información veraz y contrastada.
El señor Salvatierra debe comportarse en el ejercicio de sus funciones con corrección y cortesía respecto a jugadores, cuerpo técnico, aficionados y especialmente con los miembros de la Junta Directiva. Su comportamiento, en cualquier situación, ha de responder al mantenimiento de los valores del Club al que sirve.
Nada de estos valores se dan en la persona del señor Salvatierra.
Nos hemos sacrificado por el bien del fútbol en Melilla, hemos intentado trabajar con lealtad, incluso hemos manifestado que a pesar de ser conscientes de que nos integramos en una Directiva dominada por el señor Salvatierra nuestra intención era cambiar las cosas de una manera pausada y sin que pudiera causar ningún tipo de trauma. Pero el órdago lanzado por el señor Salvatierra no tiene otra solución que su permanencia o la nuestra. Ahora el señor presidente de la UD Melilla deberá actuar con responsabilidad, ya no vale decir que la culpa es de otros, lo que ha pasado es lo suficientemente claro para que tome la única decisión posible en este caso. De lo contrario, el señor Cristóbal Sánchez demostrará que está sometido a las continuas injerencias de una persona que hace varios años debería haber estado fuera de la UD Melilla.
Es con infinita tristeza que me siento obligado hoy a presentar mi dimisión como portavoz de la UD Melilla por los hechos que a continuación les detallo:
Ayer tarde en la sede de la Federación Melillense de Fútbol y ante la presencia de su presidente, vicepresidente, secretario general y 9 presidentes de clubes locales, el señor Enrique Salvatierra se dirigió al señor Diego Martínez y le dijo en voz alta y clara que Pedreño y el otro (en referencia a mi persona) no representábamos a la UD Melilla y no pintábamos nada en el Melilla. Ante estos hechos, no me queda más remedio que presentar mi dimisión con carácter irrevocable de las funciones que el presidente de la UD Melilla, el señor Cristóbal Sánchez, me había encomendado, salvo que el señor Salvatierra dimita o sea cesado de manera inmediata de todas sus responsabilidades.
El señor Salvatierra ha demostrado con su actitud prepotente y falta de rigor no estar a la altura de su cargo como secretario general perjudicando seriamente la imagen de la U.D. Melilla.
El ejercicio del puesto de trabajo del señor Salvatierra en la UD Melilla tiene que ser incompatible con el desempeño de cualquier otro cargo, profesión o actividad que pueda poner en duda su imparcialidad o independencia en el ejercicio de sus funciones y que puede plantear conflicto de intereses.
El señor Salvatierra debe ejercer sus funciones con lealtad y objetividad de acuerdo con los principios de independencia, imparcialidad y equidad.
El señor Salvatierra debe actuar con integridad en el desempeño de sus funciones proporcionando información veraz y contrastada.
El señor Salvatierra debe comportarse en el ejercicio de sus funciones con corrección y cortesía respecto a jugadores, cuerpo técnico, aficionados y especialmente con los miembros de la Junta Directiva. Su comportamiento, en cualquier situación, ha de responder al mantenimiento de los valores del Club al que sirve.
Nada de estos valores se dan en la persona del señor Salvatierra.
Nos hemos sacrificado por el bien del fútbol en Melilla, hemos intentado trabajar con lealtad, incluso hemos manifestado que a pesar de ser conscientes de que nos integramos en una Directiva dominada por el señor Salvatierra nuestra intención era cambiar las cosas de una manera pausada y sin que pudiera causar ningún tipo de trauma. Pero el órdago lanzado por el señor Salvatierra no tiene otra solución que su permanencia o la nuestra. Ahora el señor presidente de la UD Melilla deberá actuar con responsabilidad, ya no vale decir que la culpa es de otros, lo que ha pasado es lo suficientemente claro para que tome la única decisión posible en este caso. De lo contrario, el señor Cristóbal Sánchez demostrará que está sometido a las continuas injerencias de una persona que hace varios años debería haber estado fuera de la UD Melilla.
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